Respuesta :

Selmy
Prerrenacimiento es el nombre que la historiografía ha dado al periodo anterior al Renacimiento, en que puede detectarse la existencia deprecursores del Renacimiento, artistas y literatos, fundamentalmente.Entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV (momento crucial, cuando se produce el impacto de la peste de 1348) se localiza la producción literaria de la tríada de escritores italianos que se consideran convencionalmente por la historiografía como tales precursores:Dante, Petrarca y Bocaccio. 
Además de ellos, en el Prerrenacimiento italiano se puede encontrar precedentes del Renacimiento en:El Duecento (años [mil] doscientos en idioma italiano) o siglo XIII: artistas como los Pisano, Cimabue, Duccio di Buoninsegna, etc.Véase también: Pintura del DuecentoEl Trecento (años [mil] trescientos) o siglo XIV: artistas como Giotto, Simone Martini, Taddeo Gaddi, etc.Para Italia, el Quattrocento (años [mil] cuatrocientos) o siglo XV es el momento del Renacimiento inicial, especialmente su primera mitad; mientras que el Alto Renacimiento o renacimiento pleno o maduro se suele situar a finales de siglo XV y en las primeras décadas del siglo XVI. Estas primeras décadas son a su vez la primera parte del Cinquecento (años [mil] quinientos), parte que es seguida por el Bajo Renacimiento o Manierismo.
Para el resto de los países europeos, el siglo XV es en su mayor parte plenamente gótico (gótico final, gótico flamígero, gótico internacional); aunque localmente, en algunas zonas, se va produciendo una transición hacia el Renacimiento, con características peculiares en cada una: primitivos flamencos en el Estado borgoñón, primitivos españoles en España (hispano-flamenco, estilo Reyes Católicos), estilo Tudor en Inglaterra, etc.Véase también: Arte de la Edad ModernaEspecialmente para la historia de la literatura española se suele hablar de un Prerrenacimiento a partir de mediados del siglo XV.

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y elRococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesíaempezaba a poner los cimientos del capitalismo.1Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII (según otros autores a finales del XVI) en Italia —período también conocido en este país como Seicento—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo XIX por Jacob Burckhardty, en el XX, por Benedetto Croce y Eugeni d'Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y «tardío» (1680-1750).2Aunque se suele entender como un período artístico específico, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapuesto al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wölfflin en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjetivo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por tres fases: arcaica, clásica y barroca. Ejemplos de fases barrocas serían el arte helenístico, el arte gótico, el romanticismo o el modernismo.2El arte se volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero adoptando formas más dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto. Se observa una preponderancia de la representación realista: en una época de penuria económica, el hombre se enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que se manifiesta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y cierta tendencia al desequilibrio y la exageración.

1.1. Definición

Conocemos como Barroco al periodo que sucede al Renacimiento y que se

desarrolla en Europa y en los países hispanoamericanos aproximadamente durante el

siglo XVII. Es un término trasplantado de las artes plásticas que tuvo originalmente un

sentido peyorativo, puesto que se relacionaba con lo extravagante, lo exagerado, lo

recargado y el movimiento, en abierto contraste con el estatismo y el orden propios del

Renacimiento del que, en realidad, es continuidad y evolución. Hoy se aplica al

conjunto de rasgos que conforman la visión del mundo de este periodo histórico.

1.2. Ideología barroca

En el clima de crisis barroco, los ideales renacentistas de orden y equilibrio

desaparecen y dejan paso al pesimismo y al desengaño. Como expresión de estos

sentimientos se ha de entender, por una parte, el afán de mostrar la inestabilidad de lo

real, la temporalidad y fugacidad de todo lo existente y, por otra, la extravagancia, que

da paso a lo monstruoso y a la complicación y artificiosidad. De ahí la preferencia por

los jardines laberínticos, el contraste de luces y sombras en pintura, la preferencia por

la línea curva y quebradiza en la arquitectura, o el "gongorismo" en literatura. Pero, al

mismo tiempo, en evidente contraste, la experiencia de vivir en un mundo convulso

produce dolor, melancolía, angustia, y así se busca el goce en la contemplación de lo

mutable y se canta al tiempo, a los relojes, a las ruinas... en definitiva, a la fugacidad

de la vida y a la necesidad de vivir el momento. A su vez, la conciencia de la miseria

de la condición humana hará surgir al pícaro y las páginas satíricas y moralizadoras

de Quevedo o de Gracián.

En una época en que el poder político y eclesiástico, en buena medida

representado por la Inquisición, impone un orden severo, se hace necesario

precaverse para evitar riesgos. El peligro que implica la verdad conduce a la

desconfianza: la prudencia, la discreción y el engaño son la máxima que debe guiar al

que quiera sobrevivir. A ello se une la certeza de que las cosas no son lo que

parecen: la vida es sueño, teatro... El conflicto entre el ser y el parecer, que tan bien

expresa la tensión barroca, está servido.  

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Por fin, caracteriza al hombre barroco su dinamismo, su no querer poner

límites a las cosas, su afán de trascendentalismo que le empuja a buscar algo que le

permita salir de los estrechos límites de este mundo. Síntesis y expresión de este

conflicto es Don Quijote, hombre y héroe a la vez, que muestra la capacidad

cervantina de sublimar la realidad y convertirla en sustancia poética. En literatura,

dinamismo es también abundancia de imágenes, oposición de contrarios, tensión,

exageración...; la razón y la pasión se oponen y se complementan.

1.3. Contexto histórico español

El Barroco es en España un periodo paradójico. Culturalmente (literatura,

pintura, música...) constituye un "Siglo de Oro", pero, desde una perspectiva histórica,

resulta un "siglo de hierro" o de crisis:

a) Demográfica. La población disminuye de manera alarmante a causa del

hambre y de la subsiguiente mortalidad. El despoblamiento del campo se agrava con

la expulsión de los moriscos.

b) Económica. España está en bancarrota, debido a las guerras exteriores, los

conflictos internos, epidemias, sequías, pérdida de la población campesina, la

disminución del oro de América, el exceso de privilegiados, el despilfarro de la Corte y

la ausencia de una burguesía emprendedora

c) Social. Se trata de una sociedad estamental en la que encontramos:

• La nobleza privilegiada, que apenas paga impuestos y que monopoliza la tierra

y los cargos públicos. Estaba formada por Grandes de España, caballeros e

hidalgos que vivían, o aparentaban hacerlo, de sus rentas.

• El clero, cuya influencia social y cultural es enorme.

• Los militares, formados por nobles, burgueses y desvalidos, entre los que

cada vez es más frecuente la imagen del soldado indisciplinado.

• Los plebeyos, burgueses y campesinos que se ven castigados con fuertes

impuestos y muy afectados por las sucesivas crisis económicas.

• Los miserables: mendigos, pícaros, bandidos y ladrones, cuyo número

aumenta con los campesinos hambrientos que llegan a las ciudades.